miércoles, 31 de octubre de 2012

El Boldo: Un árbol medicinal



Clasificación científica
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Laurales
Familia: Monimiaceae
Género: Peumus
Especie: P. boldus
Nombre binomial
Peumus boldus
Molina

El boldo (Peumus boldus) es la única especie del género monotípico Peumus, de la familia de las monimiáceas. Este árbol se distribuye por el centro de Chile, las sierras Pampeanas del centro de la Argentina, y sierras del sur del Perú. Sus hojas, de fuerte aroma, se utilizan con propósitos culinarios y medicinales, sobre todo en América latina.

Distribución y Hábitat:

Boldo representa un género monotípico y endémico de Chile y crece desde Limarí hasta Osorno (IV a X región), entre los 5-1.000m s.n.m. Habita en suelos poco profundos, generalmente pedregosos.

Es un componente muy importante en el bosque esclerófilo, especialmente en la zona costera, donde se asocia principalmente a peumo y litre.
Prefiere suelos poco húmedos, y es ligeramente acidófilo. Es sólo moderadamente resistente al frío, y requiere de luz solar constante. Se multiplica por semillas, pero las plantaciones se realizan normalmente mediante esquejes de madera nueva.
Especie frecuente en los Tipos Forestales; Esclerófilo, Roble-Hualo, Roble-Raulí-Coihue, Ciprés de la Cordillera y Palma Chilena.


Características

El boldo es un árbol de mediano tamaño, perteneciente a la familia Monimiaceae. Puede superar los 15 metros de altura; de muy lento crecimiento, tardando varias decenas de años para alcanzar un tamaño adulto, generalmente se le encuentra como un arbusto o árbol pequeño, en parte porque la mayoría de los individuos hoy existentes son producto de rebrote desde tocón. Es de follaje perenne, con hojas opuestas, ovoides, de 3 a 7 cm de longitud al cabo de un corto pecíolo, de color verde brillante; el envés es más pálido y muestra pubescencias.

Florece entre agosto y septiembre en su hábitat nativo. Las inflorescencias se presentan en pequeños racimos de unas 12 flores pequeñas de color blanquecino. Las flores muestran por lo general siete pétalos, de alrededor de 1 cm de largo; las masculinas se distinguen por los numerosos estambres curvados. El boldo es dioico, es decir, las flores son unisexuadas y cada espécimen las presenta de sólo un sexo; es necesaria la proximidad de ejemplares masculinos y femeninos para que la polinización —llevada a cabo habitualmente por insectos— se produzca. Los frutos son drupas de pequeño tamaño (alrededor de 2 cm de diámetro), color verde y sabor dulce.
Usos

Se han encontrado restos de hojas de boldo usadas por los seres humanos hace unos 14 500 años en el sitio arqueológicoo de Monte Verde, lugar que se encuentra algo más al sur de su área de distribución actual y se cree que en esa época, el final de la última glaciación, su límite sur se encontraba todavía más alejado, por lo que las hojas habrían llegado al lugar a través de intercambio con otros grupos.

Por su uso comercial, (extracción de la boldina), el cultivo del boldo se ha introducido a Europa y África del norte.

Principios activos

Aceite esencial con componentes monoterpénicos (alcanfor)
Alcaloides benciltetrahidroisoquinoleínicos con núcleo aporfinoide (0,2-0,5 %), siendo el mayoritario la boldina
El principio activo de las mismas es un alcaloide, la boldina, que tiene efectos coleréticos, colagogos y diuréticos; presenta también concentraciones menores de otros alcaloides, especialmente isoboldina y laurotenina. De las hojas se extrae también un 2 % de aceite esencial, fuertemente aromático, rico en eucaliptol y ascaridol.

En altas dosis su consumo puede ser sedante, pero el 4-terpineol presente en el aceite es irritante, y el ascaridol puede ser tóxico en altas concentraciones, por lo que se recomienda su moderación. Estas mismas propiedades hacían que se lo recomendara a comienzos del siglo XX como antihelmíntico.

Propiedades

El fruto del boldo es comestible, y ha sido consumido crudo y cocido desde la época precolombina. La corteza, rica en taninos, se emplea también en la curtiembre. Sin embargo, el más apreciado de sus productos son las hojas, utilizadas para la preparación de infusiones digestivas, para el tratamiento de la vesícula biliar y de las afecciones hepáticas.

Medicinales

Del boldo se utilizan: las hojas frescas o secas y los frutos. Se le conoce popularmente en Guatemala también por limoncillo.
Estimula las funciones digestivas al aumentar la secreción biliar. Contiene boldina que es hepatoprotector. Se utiliza una infusión con media cucharadita de hojas de boldo en una taza de agua.

Actúa también sobre el sistema nervioso ocasionando sueño y leve anestesia.
Es diurético. La infusión de boldo, pero también el aceite de boldo a razón de 5 gotas, ha sido encontrado beneficioso en las infecciones génitourinarias.
La infusión de hojas se usa para tratar afecciones gastrointestinales (dispepsia, flatulencia, gastritis, indigestión, úlcera),6 hepáticas (cálculos, ictericia, cólico, insuficiencia y litiasis biliar, inflamación) y genitourinarias (gonorrea, nefritis, sífilis, uretritis), jaqueca, gota y reumatismo.
Las hojas machacadas se aplican tópicamentepara curar raspones y llagas. Los baños calientes fomentos y cataplasmas se usan para tratar reumatismo, hidropesía, sífilis, migraña y cefalea.
El jugo de la hoja fresca se usa para dolor de oídos. El vino, jarage, tintura y elixir de las hojas frescas se usan para tratar afeccionnes hepáticas y reumáticas). El cocimiennto de la corteza se usa para dolor de estómago, tos y debilidades nerviosas.
Principios activos: Un alcaloide, la boldina, aunque en muy poca cantidad, es suficiente para que sirva como remedio.
Contraindicaciones: En casos de obstrucción de las vias biliares. En el embarazo, por su contenido de alcaloides. La boldrina en exceso puede resultar tóxica. Como síntomas de intoxicación se muestra gran exitación, reflejos y respiración exagerada, que incluso puede causar la muerte.


Toxicidad

En 2007, se reveló que el boldo poseía toxinas que hacían desaconsejable su consumo. En un programa de radio, Irene Litvan, una neuróloga uruguaya, citó estudios realizados en Alemania y Francia donde se habría demostrado su toxicidad.


lunes, 29 de octubre de 2012

El Quique: Mofeta chilena


Nombre científico
Galictis Cuja
Familia
Mustelidae
Distribución
Los dos tipos que habitan Chile se encuentra en Arica, y entre Coquimbo y Magallanes.
Habitat
Desde el nivel del mar hasta los 3800 metros de altitud.


 El hurón menor, quique o furão (Galictis cuja), es una especie de mustelido sudamericano. Es endémico de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú, Paraguay y Uruguay.


Descripción

Presenta pelaje amarillo grisáceo en mezcla con negro, cuerpo alargado, cola corta. Muy distintivo por dos franjas blancas que van por ambos lados de la cabeza, de la frente al cuello; vientre, patas y nariz negras. Con glándulas cerca del ano que producen un líquido de olor desagradable.



Pertenece a la familia de los mustelidae y su nombre científico es Galictis cuja.

En nuestro país lo tenemos desde Arica (I región), entre Coquimbo (IV región) hasta Magallanes (XII región), desde el nivel del mar hasta los 3.800 metros de altura.

En Chile existen dos subespecies. El quique es un mustélido de cuerpo alargado con cola corta, plantígrado, con la planta de los pies desnudos, con glándulas alrededor del ano que producen líquido fétido.



jueves, 18 de octubre de 2012

Quillay: El Secreto Mapuche



Nombre común: 
Quillay

Nombre científico:
Quillaja saponaria Mol.

Familia: 
Rosaceae


Distribución y Hábitat: Quillay es endémico de Chile y crece desde Coquimbo a Malleco (IV a IX región). Habita en ambientes secos y suelos pobres, llegando hasta los 2.000m s.n.m. Especie frecuente en los Tipos Forestales; Esclerófilo, Palma Chilena, Roble-Hualo y Ciprés de la Cordillera.




Descripción: Pequeño árbol siempreverde, de hasta 15m de altura y 1m de diámetro. Corteza de color gris-cenicienta, rica en saponina. Hojas alternas, casi sésiles, glabras, de forma elíptica a aovada, ápice agudo, base obtusa, de color verde lustroso claro, bordes casi enteros, con 4-8 dientes. Lámina de 2-5 x 1-3cm. Flores verde blanquecinas, hermafroditas, pentámeras, de forma estrellada, de 1-1,4cm de diámetro, reunidas en corimbos. Cáliz compuesto por 5 sépalos, corola compuesta de 5 pétalos alternos a los sépalos. Androceo compuesto por 10 estambres; Gineceo compuesto por 5 ovarios, cada uno con un estilo filiforme y un estigma. El fruto una cápsula de forma estrellada, en su interior muchas semillas aladas.

Usos: La corteza es utilizada desde antaño - los mapuches lo usaban - como detergente, debido a la gran cantidad de saponina que contiene, también es usada para el cabello, para lavarlo, y también podría ayudar a la calvicie.
Potencial como especie para programas de reforestación en suelos áridos. Utilizado ampliamente como ornamental. Otros usos son como insecticida de polillas, espumante de bebidas y aditivo de películas fotográficas.
Fuente de glicósidos de saponinas comerciales. Preparados oficinales y tradicionales. debido a que la exportación de las costas pacíficas hacia Europa pasaba por Panama, se le denominó corteza de Panamá.
Desde Chile se exporta la corteza y extracto de quillay hacia Europa y Estados Unidos. Hoy se investigan nuevos usos y aplicaciones.
Se le ha introducido como ornamental en California. En España se ha aclimatado perfectamente aunque es muy raro encontrarlo. Tolera alrededor de -12° C.
Madera: se usa en mueblería y en esencias de cosméticos.


Etimología: Saponaria, debido a que contiene altas cantidades de saponina.

 Corteza Quillay

Este árbol no es como cualquier otro. Por muchos años ha sido protagonista de nuestra historia. Los mapuches lo utilizaban para lavar sus ropas y cabellos. Y también le han dado múltiples usos medicinales.

Requiere suelos de tipo medio y soporta bastante el frío. Su corteza es rica en saponinas, empleada para limpiar géneros de lana y seda.

El mundo científico cree que el Quillay guarda muchísimos más secretos. Hoy se emplea en diversas áreas como la biotecnología vegetal.

En los laboratorios de la Universidad de Santiago de Chile descubrieron que su extracto sirve como fungicida natural para repeler un hongo que amenaza las frutas y verduras de nuestros campos chilenos. Este grupo de académicos está abocado a validar su estudio y comercializar el producto. Un aporte que generaría grandes repercusiones en la agricultura chilena.
Hace cientos de años los indígenas comenzaron a darle diversos usos. Dejaban hirviendo su corteza  toda la noche  y el extracto lo utilizaban como jabón o shampoo. También lo ponían entremedio de la ropa para evitar el ataque de polillas. Costumbres que todavía se utilizan y que se han propagado en la cultura chilena.

El Dr. en Biotecnología de la Usach Gustavo Zuñiga explica algunas de las bondades del árbol: “El quillay produce un grupo de moléculas que se llaman saponinas que son un grupo de moléculas bien complejas y que se usan en la elaboración de vacunas. Tradicionalmente, el Quillay se ha usado para elaborar productos cosméticos, shampoo por ejemplo, también se usa para controlar insectos en las casas tradicionalmente se usa para controlar polillas. Los compuestos que se extraen del Quillay se usan además de las vacunas en el desarrollo de fotografías, en la elaboración de coca-cola, se comenta que también se usaría como espumante y actualmente hay varios productos cosméticos que usan quillay.


No sólo usos cosméticos tiene el quillay. Por muchos años ha sido empleado con fines medicinales. Posee cualidades expectorantes, por lo que se utiliza para las enfermedades respiratorias ya que combate la tos y la bronquitis. Además tiene propiedades diuréticas y ayuda a detener la caída del pelo.

Los mapuches también la han empleado para el  dolor de muelas.
Hay muchos que todavía siguen estas costumbres, así lo demuestra la farmacia Makelawen, dedicada exclusivamente a la medicina mapuche.  


LITERATURA

DONOSO, C. 2005. Árboles nativos de Chile. Guía de reconocimiento. Edición 4. Marisa Cuneo Ediciones, Valdivia, Chile. 136p.

HOFFMANN, A. 1982. Flora silvestre de Chile, Zona Araucana. Edición 4. Fundación Claudio Gay, Santiago. 258p.

HOFFMANN, A. 1998. Flora Silvestre de Chile, Zona Central. Edición 4. Fundación Claudio Gay, Santiago. 254p.